domingo, 18 de diciembre de 2011

Manualidades Art Attack


Hoy tenía ganas de hacer unas manualidades, bueno, ganas ... ganas ... no tenía, pero era algo pendiente desde hace ya tiempo y hoy me he decidido. 
Me he ido a los chinos y me armado de tijeras, celo, rotulador, bridas y unos cartelitos muy monos donde uno pone su número de teléfono para que te puedan contactar en caso de interés.
Dispuesto a ello me enzarzo con los letreritos, poniendo celo por aquí, celo por allá, rotulador que pintaba intermitentemente y tijeras del Real Madrid (No vendían de otro equipo, curioso).
Voy a la cocina y cojo uno de esos cuchillos que he empleado cientos de veces, el de la hoja curva, no era el ideal, pero cuando lo he visto ahí junto con los demás, tantos recuerdos me han venido que no he podido resistir elegirlo a él. Los agujeros no quedaban perfectos ni mucho menos (la hoja curva) pero servían para la siguiente fase: el colgado.
No era tarea fácil colgar el letrerito: la valla de cañas, el viento infernal, el fresquito y la vista aguada no ayudaban a terminar con éxito. Me fijé que en las jardineras; donde dejamos hierba muerta y tierra revuelta habían salido brotes verdes. Me pregunto si eso será alguna señal de las que a veces te hace la vida y nunca sabemos verla. "Brotes Verdes" "Esperanza" Pero no podía entretenerme porque me estaba congelando mientras peleaba con el viento y el letrero. Es como si desde arriba no quisieran que lo colgara y me mandasen fuertes vientos para impedírmelo, pero cuando algo se me mete en la cabeza, no hay Dios que me pare hasta que lo consigo y él sabe que es verdad. 
Así que empecé a meter las bridas por detrás de los barrotes y pasarlas por los agujeros que había hecho en el cartel, que por cierto, algunos agujeros no los hice suficientemente grandes y no pasaba la puta brida, con lo que todavía dificultaba más mi tarea. Cuando conseguí poner las 10 bridas en sus respectivos agujeros no podía imaginarme lo que iba a pasar a continuación: a medida que iba tirando de las bridas para atar bien el cartel se me iban rompiendo una a una. ¿Como es posible que se rompa una brida sin hacer fuerza siquiera? ¿Es que las bridas chinas tienen un mecanismo de emergencia que hacen que se rompa a la más mínima presión? La cuestión es que tuve que cambiar 6 de 10 pero ya estaba el logro hecho. Alcé el puño desafiante al cielo, "No has podido conmigo" pienso orgulloso; otra vez más le gano la partida a ese viejo cabrón. 
Salgo y miro al pasar el cartel colgado en el balcón, me recordó la época que estábamos buscando una casa, cuando al ver uno de estos enseguida nos venían las mismas preguntas: "Cuanto pedirán?", "Es buena zona?", "Como sería nuestra vida ahí?", "Por aquí podrá mear a gusto nuestro perro?". Toneladas de ilusión, años felices. Pues ahora estoy en el otro lado del espejo, queriendo quitarme de encima una parte de mi vida. 
Pero el cartelito estaba puesto de puta madre, que era mi misión esa mañana. Lo hice, otra vez. No sé si las bridas aguantarán mucho tiempo mi obra maestra, solo sé que cuando consiga venderlo, seré la persona más feliz y más triste de este mundo.

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