viernes, 13 de enero de 2012

Mi amigo Rogelio (Strikes Back)



Por fin volví a verlo, esta vez si fui preparado y lo visité en su parcela en Banyalbufar. Seguía igual que la última vez que nos vimos y me reconoció, vaya si lo hizo. Cuando me vió empezó a trotar al otro lado de la verja y empujaba con la cabeza la valla mientras trotaba a mi lado. Y esta vez sabía que le tenía algo preparado, las orejas se le pusieron de punta y su mirada se clavó en las dos manzanas que saqué de la bolsa.
Con el cuchillo se las fuí troceando y dando gajo a gajo. Me babeó toda la manga de la chaqueta que tanto me gusta pero no importaba, gustoso se la di toda. 
Él esperaba más y así me lo hacía saber moviendo la pata delantera como haría un perro cuando quiere que le des algo para comer. Me hizo gracia que hiciera lo mismo la perra de Biel (Lluna). Se le caian las babas y empujaba la verja hasta que saqué la otra manzana que se me escapó y fue rodando a parar detrás, Rogelio no se dió cuenta, pero mira si es listo, que cuando le enseñé la mano y le indiqué donde estaba la manzana me miró y empezó a buscar alrededor hasta que dió con ella. Así que se la zampó toda, pero ya era la hora de irme, así que me despedí de él y no le hice caso cuando empezó a morder el candado, ni cuando me siguió hasta que se encontró con otra valla. 
Amigo Rogelio, es duro despedirse de alguien que aprecias, pero hay que ser fuerte y tener la esperanza de que algún día volveremos a vernos de nuevo.

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