- ¿Ves lo tranquila que está la superficie del agua?
- Sí.
- Así era yo una vez. Y entonces... (Lanza una piedra al lago, el agua se agita y se revuelve) ... en eso me convertí.
- Pero si esperamos un rato volverá a estar en calma.
- Si, pero la piedra seguirá allí abajo. Ahora es parte del lago. Tal vez se vea igual que antes, pero ha cambiado para siempre.
Haciendo balance del año me doy cuenta de que ha sido bastante movido y significativo. No tengo nada que ver con lo que era justo hace un año.
He conocido algunas personas y he perdido a otras; he pasado de querer tener una relación a no querer oír hablar de eso; me he curado el corazón y lo he cubierto de plomo anti-roturas; me despedí de lo que fue mi casa; he hecho mis viajes anti estrés; he terminado con mis momentos autistas; he muerto románticamente hablando; hemos sobrevivido al fin del mundo (una lástima) ... y me siento bien después de todo.
Haciendo balance resulta
que la balanza está nivelada. Bueno, me conformo con eso. Espero que el
siguiente año la balanza esté más inclinada hacia lo positivo o, por lo
menos, que me siga sorprendiendo con cosas y gente especial.
Este año me ha enseñado que estaba equivocado en muchas cosas, pero también he descubierto que soy bueno en otras.
Sigo intentando adaptarme a este mundo en el que no encajo, me cuesta porque va en contra de mis principios e ideales, pero siempre respetando y procurando no hacer daño a la gente. Sigo intentando cambiar y a la vez me agarro a mi personalidad para no desaparecer, para seguir siendo YO.
En fin, ya no escribo, ni pienso, ni invento ... me hago viejo y tengo sueño.
Os deseo lo mejor, salud, trabajo y (¿porqué no?) amor.
Feliz Año a todos.
