viernes, 24 de agosto de 2012

Don't Walk Alone

Hoy me he acordado de una cosa curiosa que me pasó hace un tiempo. Me resulta curioso que una publicidad de una marca (más tarde me enteré que era de café) me haga ver las tonterias que pienso a veces.
Venía de la playa de camino a casa y estaba en ese estado de negatividad, tristeza y bajón que tan poco me gusta pero que tan amenudo me encuentro. Iba con la moto pensando en mis cosas: cagándome en todo; maldiciendo el mundo; pensando en irme con el Dalái Lama (en realidad es el título del lider espiritual del budismo tibetano, el actual Dalái es Tenzin Gyatso); meterme a cura, que cae mucho mas cerca... o seguir soltero como estaba y ahorrarme muchos problemas y sufrimientos.
LLegando al semáforo se me atravesó una furgoneta con una publicidad llamativa pintada, me hizo frenar y antes de que me pudiera cagar también el el tipo ese se me paró el tiempo. La publicidad era de tonos pastel marrones y verdes sobre un fondo blanco y escrito dentro de un círculo "Don't Walk Alone" (No camines solo).
Ya no es la puta casualidad lo que me llamó la atención si no lo que sentí entonces. Era una sensación parecida a cuando te caes y te da tiempo de pensar en mil cosas antes de pegártela, esas centésimas de segundo que se te hacen larguísimas. En términos cinematográficos se llama "Slow Motion". Y solo faltó que se abriera el cielo, me iluminara una luz y me pusieran un letrero con la frase: "¡Enhorabuena, eres el más tonto del mundo!".
A veces, cuando estoy de bajón pienso en esas gilipolleces pero enseguida me viene el momento "Don't Walk Alone" y se me va riéndome de lo tonto que soy.


Tengo claro que no caminaré solo, pero tampoco lo haré con cualquiera. 
De mientras ... seguiré sufriendo y metiéndome en problemas.

Maldito estúpido idiota.

martes, 21 de agosto de 2012

Open your mind


Después de estar en lo más bajo volví a subir, pero como todo lo que sube en la vida baja pues he vuelto a bajar. Y es de lo que se trata, de subir, bajar y volver a subir. La vida tiene estas cosas y son inexplicables, por lo menos para mí.
En esas situaciones que te suben o te bajan me he dado cuenta que cualquier cosa que en un principio nos pueda resultar imposible o inadecuada, si uno lo piensa bien, cada vez se puede ir haciendo más alcanzable. Cosas que pueden parecer vitalmente importantes en un tiempo pueden no significar nada para tí; cosas que nunca pensabas hacer o que te negaste en su momento de hacerlas, con el tiempo lo puedes acabar haciendo porque ya no te parecen tan tremendas.
Estoy aprendiendo que se pueden ver las cosas desde otra perspectiva, de otra manera. Nada es blanco o negro, todo depende del cristal con que se mire y siempre suele ser gris. No cierro las puertas a nada. Lo imposible se puede volver posible.

Abre tu mente.

jueves, 16 de agosto de 2012

Reflexión (II): Si quieres puedes ...


"Nunca dejes que nadie te diga que no puedes hacer algo"

Es una bonita idea, si te propones algo y luchas para conseguirlo probablemente lo hagas. Pero esto sirve cuando solo depende de ti, la realidad es que hay veces que no puedes hacer absolutamente nada aunque estés seguro de que puedes hacerlo. Y eso es frustrante. 
Sigo estando negativo, para variar. A punto de tirar la toalla.

lunes, 13 de agosto de 2012

60 segundos



"Un minuto sirve para sonreír, sonreír para el otro, para ti y para la vida. Un minuto sirve para ver el camino, admirar una flor, sentir el perfume de la flor, sentir el césped mojado, percibir la transparencia del agua. Un minuto sirve para escuchar el silencio. Es en un minuto en que uno dice el sí o el no que cambiará toda su vida.

Un minuto para un apretón de manos y conquistar un nuevo amigo. Un minuto para sentir la responsabilidad, pesar en los hombros, la tristeza de la derrota, la amargura de la incertidumbre, el hielo de la soledad, la ansiedad de la espera, la marca de la decepción, la alegría de la victoria.

En un minuto se puede amar, buscar, compartir, perdonar, esperar, creer, vencer y ser. En un minuto se puede salvar una vida. Tan sólo un minuto para incentivar a alguien o desanimarlo. Un minuto para comenzar la reconstrucción de un hogar, de una vida.

Minutos... Cuántas veces los dejamos pasar sin darnos cuenta, pero también cuantas veces traemos a nuestra vida los recuerdos de los minutos vividos llenos de felicidad, de alegría y tristezas.

Con frecuencia decimos "es un minuto" que nos parece nada, pero cómo se aprecia ese minuto al levantar la mano y saludar a un amigo que se va para siempre, cómo se valora ese minuto que hace que lleguemos tarde a nuestro trabajo, cómo se espera ese minuto que nos lleva a reunirnos con los que amamos, cómo nos llena de emoción ese minuto al que se entrega al hilo al nacer y como también que la vida otorgue más minutos a que la muerte separará físicamente y no veremos más.

Un minuto parece increíble, parece tan poquito, y sin embargo, puede dejar una huella tan profunda en nuestra vida. Lo importante no es vivir la vida por qué sí, dejando pasar el tiempo.

Aprendamos a vivir la vida intensamente. Aprendamos a no posponer las emociones más lindas de la vida pensando que "sí no es hoy, será mañana"

Recuerda que tu tiempo es AHORA... el futuro es incierto... Vive cada minuto intensamente.

La vida es Hoy... Que el reloj de tu vida marque cada minuto al compás de los latidos de tu corazón."

No sé quien ha escrito esto, he estado buscando por ahí pero no hacen ninguna referencia al autor. (Gracias Vivi) No está mal, sin embargo lo que me ha llamado la atención es el mensaje de la foto: "Puedes cambiar tu vida" Un mensaje positivo, directo y que cala hondo. Puedes cambiarla si quieres ... o si te dejan.

Porque mi experiencia me dice que aunque ponga todo mi empeño en cambiarla, nunca me han dejado.

Ojalá fuera verdad.

viernes, 3 de agosto de 2012

Sueños (V): El visitante incierto



Era una noche fría, a finales de verano pero el tiempo ya refrescaba por la noche, la luna iluminaba toda la casa, el jardín y la piscina. La casa tenía el porche con unas escaleras de madera, un enorme jardín con árboles por todo el perímetro que tapaban la visión del exterior. Apartados había un columpio y un pequeño tobogán amarillo, ambas cosas oxidadas y con aspecto de no haber sido usado en mucho tiempo. Del porche salía un camino de tablas de madera que llevaba más abajo al embarcadero, donde se podía distinguir una caseta y al lado una lancha tapada con una lona.
El interior de la casa era toda de madera, desde la puerta de la entrada bajaban unas escaleras que daban a un recibidor decorado con cuadros de época, otras escaleras subían hacia los dormitorios y un baño. Todavía quedaría otro nivel superior, el típico que se accede con una escalera de mano y destinado como un trastero polvoriento que no se visita muy a menudo.
Pasado el recibidor estaba el pasillo que tenía dos habitaciones en cada lado y desembocaba en un amplio comedor con cocina americana. Todo estaba decorado de telarañas de mentira, globos y velitas que le daba a toda la casa un aura tétrica, de película mala de terror.
Éramos seis personas, tres chicos y tres chicas, que estábamos cenando en una mesa redonda pechugas de pollo a la miel, una ensalada y patatas con alioli al horno. Cocacola y lambrusco tinto para beber y de postre alguien hizo un bizcocho de chocolate y fresa y lo acompañábamos de helado de vainilla y almendra.
Al terminar de comer se encargaron de poner música animada mientras preparábamos la bebida y despejábamos el comedor para poner la pista de baile.
A las dos horas el alcohol ya estaba presente en todos y el ambiente estaba ya bastante caldeado. Giré la cabeza mientras me metían la lengua en la boca y pude ver que una pareja estaba subiendo las escaleras hacia dormitorio y la otra estaba enroscada en un sillón mientras una mano se perdía por debajo de unas braguitas blancas con topitos negros.
Yo me encontraba en el sofá, ligeramente tumbado, la chica con la que estaba se incorporó, se arrodilló en la esquina del sofá y me hizo un gesto para que me pusiera allí mismo, en la esquinita.
Hacía tiempo que me estaba meando, pero empezaba a ser algo serio por lo que me levanté y fui gateando hasta ella. Le aparté el negro y largo pelo del cuello y le mordí suavemente, ella se estremeció y me enseñó el brazo con los pelos de punta, me fijé que se le notaban los pezones a través de la camiseta. Fui subiendo hasta la oreja, le pasé la lengua húmeda por el borde, le chupé el lóbulo y le susurré: "Ahora vengo, no te vayas...". Me levanté y ella se mordió el labio inferior mientras me mataba con la mirada, le hice un gesto de "es completamente necesario" y di la vuelta hacia las escaleras. Cuando pasé por al lado de la pareja del sofá las braguitas de topitos estaban ya en el suelo y la cabeza del chaval estaba hundida entre las piernas de ella, ninguno de los dos se dio cuenta. 
Subí las escaleras dando tumbos y logré entrar en el cuarto de baño, cerré la puerta con el pestillo, me bajé los pantalones y me senté en el váter. Tuve que esperar a que se me bajara el "hinchazón" para no ponerme perdido pero los gemidos y golpes en la pared de al lado no ayudaban mucho.
De repente escuché un fuerte silbido agudo que me hizo taparme los oídos, sentía que me iban a estallar cuando me caí al suelo y perdí el conocimiento.
- Silencio -
No sé cuanto rato estuve inconsciente pero no había ruidos, no se escuchaban golpes en la pared ni tampoco sonaba música abajo. Enseguida se oyeron unos pasos, alguien estaba subiendo las escaleras, pero sonaba como si el que viniera estuviera descalzo y arrastrara los pies. La luz del pasillo estaba encendida y vi por debajo de la puerta como las sombras de los pies se paraban justo delante. Noté una respiración extraña al otro lado, un silbido suave que me puso los pelos de punta. La luz se apagó y me quedé a oscuras, mirando el resplandor de debajo de la puerta. Me levanté del suelo, me subí los pantalones y fui retrocediendo a tientas hasta la bañera.
Se oyó un gran estruendo, la puerta tembló y pequeños trozos de madera cayeron al suelo: estaban golpeando la puerta. Otro golpe y otro. Con cada golpe iba entrando más luz formando como barrotes luminosos. Se apagó la luz del pasillo y me quedé a oscuras de nuevo. Me acordé del móvil, lo saqué pero no se encendía, juraría que estaba con bastante batería. Esperé unos veinte minutos sentado en el suelo cuando escuché un ruido afuera, que debía de provenir del jardín y de repente todo se iluminó de una luz blanca cegadora, me tapé los ojos y volví a escuchar ese silbido agudo. Por suerte no fue tan fuerte como para dejarme en el suelo otra vez pero estaba aturdido, me pitaban los oídos.
Estuve esperando una hora y me decidí a salir. El móvil ya funcionaba, miré la hora y marcaba las 4:28am, pero seguía sin tener cobertura. Me levanté sin hacer ruido y retiré el pestillo que colgaba ya de dos tornillos, abrí la puerta y salí al pasillo. Estaban las luces encendidas y abajo se escuchaba muy floja la música, las paredes estaban manchadas de sangre y un reguero rojo bajaba por las escaleras.
Bajé despacio hasta el vestíbulo, todo estaba teñido de rojo, como si alguien hubiera puesto un aspersor sangriento, vi que las llaves del coche seguían colgadas al lado de la puerta en un curioso marco con un dibujo de un barco pirata. Cogí las llaves y miré silenciosamente por las habitaciones y el comedor sin encontrar a nadie. Era todo una escena dantesca el pasear por la casa y no ver más que sangre sin encontrar a nadie. Abrí la puerta y salí al exterior donde todo estaba en calma, demasiado. No se escuchaban los grillos, ni pájaros, ni ningún tipo de ruido nocturno, era un silencio sordo y anormal.
Fui corriendo al coche pero antes de llegar una luz blanca me paralizó los músculos, me quedé quieto, no podía respirar y era tan fuerte que no podía abrir los ojos. Algo me tocó la espalda, logré girar la cabeza y por el rabillo del ojo vi dos enormes ojos negros.
La luz se apagó mientras caía al suelo notando como se me abría la espalda y empecé a notar un fuerte dolor agudo cuando todo se volvió negro.

Me desperté sudando en la cama y ella se dio cuenta, me apretó la mano y me giré para abrazarla. No entiendo el significado del sueño, no sé si lo tendrá pero me volví a dormir de nuevo y no me desperté hasta que un beso dulce se fue a estrellar en mi boca y fue el mejor despertar de mi vida.

miércoles, 1 de agosto de 2012

Ezequiel 25:17


 "El camino del hombre recto está por todos lados rodeado por las injusticias de los egoístas y la tiranía de los hombres malos. Bendito sea aquel pastor que en nombre de la caridad y de la buena voluntad, saque a los débiles del valle de la oscuridad, pues ese es el verdadero guardián de su hermano y el descubridor de los niños perdidos. Y os aseguro que vendré a castigar con gran venganza y furiosa cólera a aquellos que pretendan envenenar y destruir a mis hermanos. Y tú sabrás que mi nombre es Yavéh, cuando caiga mi venganza sobre ti." 

 Ezequiel 25:17 

Normalmente soy un tío tranquilo, pacífico y con mucha paciencia. Pero si algún día alguien pasara esa delgada línea roja, sabrá que mi nombre es Yavéh cuando caiga mi venganza sobre él.

Y sinceramente, espero que eso no llegue a pasar nunca ...